El proyecto arrancó en 2015 y se ha convertido en referente para otros cabildos y para el Gobierno de Canarias
Cada año se tratan más de 1.000 toneladas de biorresiduos para obtener compost de primera calidad
El proyecto La Palma Orgánica echó a andar en 2015 con dos objetivos muy claros: que los residuos orgánicos se puedan aprovechar como abono en forma de compost y que el contenedor gris vaya desapareciendo de las calles de la isla. Ocho años después “vemos que podemos lograr ambos objetivos y que cada vez estamos más cerca de ello”, aseguro la consejera de Servicios y Cambio Climático del Cabildo de La Palma, Nieves Rosa Arroyo, durante la rueda de prensa en la que hizo balance del que considera uno de los programas estrella de su departamento, pionero en el archipiélago, y que otros cabildos y el Gobierno de Canarias han tomado como referente para implantar la recogida selectiva y valorización de la materia orgánica.
Nieves Rosa Arroyo, que estuvo acompañada por el gerente del Consorcio de Servicios de La Palma, Luis Hernández, el responsable del Servicios de Residuos del Cabildo Insular, Domingo Hernández y el gerente de ADER La Palma, Francisco Domínguez, destacó el importante avance que se ha hecho en este tiempo, especialmente a partir de 2020, cuando se aprobó el nuevo Programa Estratégico para la Gestión de los Residuos Orgánicos Domésticos de la Isla de La Palma, con una apuesta firme por el compostaje doméstico en zonas rurales, bien en los domicilios, bien en las zonas de compostaje comunitario, y por la implantación del quinto contenedor (marrón) en los municipios con mayor población.
Desde entonces son 591 familias las que elaboran su propio compost en los domicilios o llevan sus residuos orgánicos a las composteras comunitarias. El programa sigue sumando familias mes a mes y el objetivo, dijo Nieves Rosa Arroyo, es cerrar este año con la incorporación de otras 600 familias. Si se logra, se dejarían de desperdiciar más de 325 toneladas de bioresiduos al año.
En estos momentos hay 35 composteras comunitarias instaladas por toda la isla, la mayoría de ellas recientemente, por lo que todavía no está contabilizado el compost que producen. En la actualidad se están produciendo 42 toneladas de compost comunitario al año, mientras que de compost doméstico se rozan las 120 toneladas. La zona de compostaje comunitaria que más biorresiduos procesa es la de Puntallana, donde se implantó la primera planta en 2017, que ya ha superado las 10 toneladas de vertidos orgánicos anuales.
Este despliegue de medios en compostaje doméstico y comunitario ha contado con la financiación de la Viceconsejería de Lucha contra el Cambio Climático y Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, así como del propio Cabildo Insular, y ha estado dirigida a los Ayuntamientos, ADER LA PALMA y el Consorcio de Servicios, quienes están realizando las inversiones.
La estrategia, que, por un lado, integra el compostaje doméstico y comunitario y, por otro, la recogida separada de biorresiduos y su compostaje en la planta del Complejo Ambiental de Residuos de Los Morenos, ha dado como resultado que cada año se estén obteniendo de ambas maneras alrededor de 100 toneladas de compost de primera calidad, apto para la fertilización de cultivos y jardines.
Por su parte, el Plan Director Insular de Residuos prevé la creación de dos plantas de compostaje comarcales, una para cada vertiente de la isla, de unas 3.000 toneladas de producción anual de compost proveniente de biorresiduos. Su puesta en marcha y desarrollo redundará no solo en lograr los objetivos marcados por la legislación, sino también en minimizar la producción de material bioestabilizado y que en la actualidad supone un vertido a celda de unas 9.000 toneladas año, algo “insostenible” dada la capacidad limitada que tiene el Complejo Ambiental de Residuos de Los Morenos.
Quinto contenedor
La recogida separada de materia orgánica en zonas urbanas, que lleva a cabo el Consorcio de Servicios de La Palma, se implantó en 2016 de manera experimental en el municipio de El Paso, expendiéndose luego a Los Llanos de Aridane, Fuencaliente y Tazacorte. En la calle se situaron contenedores de 360 litros de color marrón y los vecinos llevan sus residuos de materia orgánica en bolsas compostables. A los participantes se les entregó entonces un cubo aireado de siete litros para su cocina y las bolsas compostables para depositar en el contenedor de la calle; los grandes generadores usaron contenedores más pequeños (240 o 120 litros), ocupándose ellos de la limpieza y custodia.
Aquel año se recogieron 162 toneladas de materia orgánica de los contenedores marrones; el año pasado la recogida rondó las 544 toneladas (desde 2016 se suman casi 3.253 toneladas de bioresiduos recogidos separadamente, que mezclados con restos verdes alcanzan las 5.400 toneladas de materia orgánica a compostar), un salto cuantitativo que previsiblemente se disparará a partir de este año con la implantación del quinto contenedor a nivel doméstico en la zona Este de la isla (Breña Alta, Breña Baja y Santa Cruz de La Palma).
La recogida de la fracción orgánica de los residuos municipales en Breña Alta y Breña Baja arrancó en junio pasado, empezando por un sistema de recogida puerta a puerta en grandes generadores, como son los hoteles, residencias, colegios, supermercados, hospital o aeropuerto, para continuar en el próximo mes con la implantación de la recogida a nivel doméstico mediante contenedores a pie de calle.
En la zona Este se instalarán 260 contenedores, de los cuales 130 son de
120 litros de capacidad, para entregar a grandes generadores y canal HORECA (hostelería, restaurantes, cafeterías), mientras que los 130 restantes son contenedores de 360 litros que se ubicarán a pie de calle en las zonas urbanas de los tres municipios, para uso doméstico y comercial, como quinto contenedor o marrón, identificado con las palabras materia orgánica.
Los contenedores de calle estarán cerrados y se accederá a ellos mediante una llave que se entregará a los restaurantes o cafeterías y a los domicilios que lo soliciten mediante registro en el ayuntamiento o en el Consorcio de Servicios. Esta modalidad de contenedor cerrado se emplea para garantizar que las aportaciones sean de calidad y se evite la aportación de impropios que perjudican la elaboración de un buen compost en planta. Además, supondrá un paso más hacia la identificación de los generadores de cara al futuro pago por generación, de forma que se podrá bonificar en la tasa de basura a quienes hagan aportaciones separadas de biorresiduos.
Esta implantación cuenta con una financiación inicial del Cabildo Insular de La Palma de 900.000 euros, como medida complementaria para fomentar la recogida separada y reducir la cantidad de residuos que actualmente están colmatando el vertedero del Complejo Ambiental de Residuos de Los Morenos.
A partir de la próxima semana se iniciará una campaña informativa y de distribución de cubos y llaves de contenedores entre los principales generadores de materia orgánica de la comarca, con previsión de iniciar la recogida durante este mes de abril. En este sentido, se han estado visitando domicilios para informar del compostaje doméstico y se ha entrevistado a los propietarios de comercios, restaurantes y bares para conocer sus necesidades en lo que a gestión de residuos se refiere.
Además, se está estudiando la implantación de la recogida puerta a puerta en Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane.
Compostaje Escolar
Otra línea que no ha querido dejar atrás La Palma Orgánica es el trabajo en los centros educativos a través del Programa Compostaje en La Escuela, consistente en experiencias prácticas de autocompostaje con los niños y niñas para su inclusión en el programa educativo de cada colegio, bien como actividad complementaria al programa de Huertos Escolares Ecológicos, o como modelo de gestión de los residuos orgánicos del colegio (comidas, jardines, desayunos, etc.). Así, los escolares se encargan de que todos los residuos orgánicos que se generen en el centro escolar vuelvan a integrarse en un ciclo natural a través de un proceso sencillo y limpio como es el compostaje que se utiliza como fertilizante agrícola o en la jardinería del colegio.
Durante el presente curso 2022-2023 participan en el programa de compostaje en la escuela 17 centros escolares, a los que se están sumando otros 12 más a lo largo de este año. El objetivo es que el próximo curso formen parte del casi una treintena de centros de educación primaria y secundaria.
Gracias a las distintas líneas de actuación de La Palma Orgánica “la materia orgánica se está ya sacando de esa bolsa gris, lo mismo que está ocurriendo con los envases, el papel y el vidrio”, explica Arroyo, quien añade que de esta manera se podrá lograr que no vaya nada al contenedor gris, “el único del que no se puede aprovechar prácticamente nada”, recuerda.